Llevo una semana intentado escribir sobre varios temas, pero entre el trabajo y otras cosas, no he tenido tiempo para sentarme y escribir unas líneas sobre José Luís López Vázquez, gran actor, de una versatilidad excepcional, no como todos esos “actores” de las nuevas series que se producen en España, llenas de adolescentes de cuerpos perfectos, con miradas que no transmiten nada y pésima dicción…
Se va un grande, quizás no se pueda decir lo mismo de su filmografía, llena de comedias mediocres, que solo gracias a su expresividad, daba credibilidad a sus personajes, a pesar del guión…
Una de las coronas que acompañaba el féretro del actor decía: “Qué Disparate”. Era el guiño que su familia mandó imprimir… Solo ellos sabrán el porqué de esa frase...
Al día siguiente de que la escena española perdiera a José Luís López Vázquez, las letras se vestían de luto, para decirle adiós a Francisco Ayala... a los 103 años…
Estaba intentando escribir algo sobre Ayala, sin caer en los tópicos… pero a estas alturas se había escrito todo… Sólo podía pensar en que envida da, con 103 años y esa mente tan lúcida, esa inquietud, que no se apagaba y que no correspondía con la edad de su cuerpo…
Estaba en esas reflexiones, cuando desde la sede de la dirección territorial de Caja Castilla la Mancha, que hay bajo mi casa, se escuchaba “Asturias patria querida… Asturias de mis amores…”
Al final Cajastur se queda con CCM. Porque por mucho que nos quieran hablar de fusión, esto es una absorción, del “chico” sobre el “grande”.
El diario "Expansión", lo definía como un ejercicio de ingeniería financiera… Y lo curioso del caso, es que los gestores de CCM, que trajeron la ruina de la caja, se van de rositas, los políticos políticos regionales… se van de rositas… los activos basura de CCM, Aeropuerto de Ciudad Real, Reino de Don Quijote… Quedan fuera de la operación… pero sin embargo CCM, lo va a gestionar ¿?.
Pero ojo, que la corporación CCM pasa a ser Banco Libertas, que es un banco filial de Cajastur.
Es decir, un banco, no es una caja. ¿Estamos entonces ante la privatización de la primera caja de ahorros en España? Sin duda. El banco se queda con el negocio bancario, las oficinas y los trabajadores de la caja y desecha quedarse “con los negocios inmobiliarios” que trajeron la ruina de la CCM. Decía Expansión: “Con este escenario, se entiende que si en un próximo futuro Cajastur decidiera desprenderse de su filial nada impediría que sea otro banco el que la compre. El resultado sería que un banco acabaría comprando una caja”.
“Qué disparate”. Decía una inscripción de una de las coronas de flores que acompañaba el féretro de José Luís López Vázquez…
“Qué Disparate”.
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