En un país, donde los que intentan hacer su trabajo son procesados, (léase, el alcalde de Seseña, el Juez Garzón,…) no era de extrañar, que quien “jugara” a mediar entre políticos y agentes sociales, fuera la única persona no elegida para ello (léase Juan Carlos I).
Yo creía que era el gobierno el que debería desempeñar el papel de mediador.
Siempre pensé que al que le prepararían intervenciones de ese estilo, sería a su suecesor en el trono, Felipe, a falta de resolver una conjura golpista de militares.
Ante tan regia intervención a mi solo se me ocurre pensar, ¿Tan mal ven la cosa desde Zarzuela, para los Borbones en España, que hay que prepararle un escenario al mas puro estilo de la época de la transición? A lo mejor, es que tanto oír cuestionar las pensiones, dietas y sueldos de nuestros representantes, tras habernos metido doblada la idea de alargarnos la jubilación, en Zarzuela han dicho, ¡¡cuidado!!, que a lo mejor sale el pueblo a pedirle cuentas al rey…
“Vamos a aparecer ante la opinión pública como el árbitro mediador, que piensa todo el mundo que es el rey”.
Repito, que quien debe mediar es el gobierno, que para eso fueron elegidos. Porque a Juan Carlos I no lo eligió nadie, bueno, rectifico, no fue elegido por el pueblo que elegido, sí que fue, por el anterior régimen.
Y sinceramente, me da miedo ver que el heredero a la jefatura del estado, del antiguo régimen, interviene en funciones del gobierno y, que un juez, es procesado precisamente por investigar los crímenes cometidos durante la tiranía de Francisco Franco. Que no olvidemos, puso en el cargo a Juan Carlos I… ¿Casualidad?
Me da miedo que se estén manejando los hilos para decirnos que han pasado mas de treinta años, y recordarnos que siguen ahí.
Me da miedo, si, ver que todo sigue atado y tan bien atado.
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