Haciendo Apología de lo Evidente, mientras espero que Cualquier Noche Salga el Sol

lunes, 16 de abril de 2012

Mentira

A partir de hoy, cambio el nombre de la sección "Firma Invitada", por "Pluma Ajena".

Para esta "nueva sección", quiero compartir con vosotros el artículo de opinión "Es Mentria" del director de cine y guionista, Benito Rabal.  De su columna habitual en Mundo Obrero:

Hace una mañana de sol radiante, de esas primaverales en las que el cielo es de un azul insultante y una suave brisa fresca te acaricia el rostro despojándolo de las brumas de la noche. Uno, ante la favorable meteorología, consigue olvidarse de todo lo que le azota y se dispone a afrontar el día lleno de esperanza - de la buena, no de la Aguirre - confiando en que tarde o temprano todo se arreglará. Pero entonces, allá arriba, en ese cielo tan azul, alguien con habilidad de delineante, traza una línea blanca emborronándolo. No es una nube, ni ningún otro fenómeno atmosférico, sino la estela de fuel y mierda varia que deja tras de sí un avión de combate, un piloto - tal vez el príncipe - que se entrena para bombardear algún país del Norte de África u Oriente Medio; un piloto cuyo sueldo, dietas, plus de peligrosidad y beneficios fiscales, sumados al coste del avión, mantenimiento y combustible, supone un gasto superior al invertido en, pongamos por caso, un centro de salud público. Y entonces a uno se le desaparece de golpe el azul insultante, el sol radiante, la brisa fresca y casi, casi, que hasta la esperanza.
 Y es que es mentira que no haya recursos, que haga falta recortar el gasto público destinado al bienestar social por culpa de esta crisis - perdón, estafa - en la que parece que no hay más culpables que nosotros, como si nos hubiese caído encima un meteorito o una tormenta estival y no estuviésemos preparados para protegernos a causa de nuestra desidia.
 Es mentira que no haya dinero para investigación y desarrollo, es que ese dinero se gasta en armas y tecnología militar. Mientras el presupuesto de todos los ministerios disminuye, el de Defensa - ¡sic! - aumenta. ¿Y para qué?. Para pagar los compromisos adquiridos por la compra de aviones y misiles a las grandes corporaciones - a las que pertenecía el actual ministro de la Guerra - e invertir en nuevo armamento. ¿Para qué? Para defender los intereses de esas mismas corporaciones y otras de la misma calaña y si acaso, contener a la población el día - si es que llega - en que nos mosqueemos, hartos de tanto abuso.
 Es mentira que no haya dinero para la educación pública cuando se subvenciona a la privada y gran parte del presupuesto se destina a mantener los colegios concertados con la Iglesia Católica, centros de adoctrinamiento de futuros vasallos que agacharán la cabeza ante la opresión porque para eso han sido amaestrados sus alumnos y alumnas, para aceptar y acatar la inevitable injusticia divina.
 ¿Dinero para Cultura? No hay. Se lo han llevado las Iglesias, la católica, como siempre, a la cabeza. Diez mil millones, más exención de impuestos, dinero negro, falta de control en transacciones comerciales, beneficios fiscales, mantenimiento de sus inmuebles y bienes, más apropiación del ochenta por ciento del patrimonio histórico español, la verdad es que da para mucha cultura.
 Es mentira que haya que recortar en Sanidad, cuando el gasto farmacéutico es inviable. Y no por el sistema sanitario universal, sino porque si te hacen falta dos pastillas, ¿para qué recetar una caja entera que contiene cuarenta y dos?. No es que no haya dinero, es que entre el pago de patentes a las multinacionales y el despilfarro en medicamentos que se acumulan en los armarios de nuestras casas, esto es, en el pago del diezmo a la industria de la farmacopea - auténticos traficantes del dolor -, éste desaparece y para nosotros, que somos quienes lo aportamos, ya no queda.
 Es mentira que no haya dinero para el empleo y la obra pública. Es que se lo lleva la Usura. Dos billones - con B - a la Banca da para acabar con el paro o al menos, si la subvencionamos nosotros, que se nacionalice. Al fin y al cabo, hoy por hoy, para ser justos, es nuestra y no al contrario.
 Es mentira la Justicia igual para todos, la necesidad de la monarquía, la Soberanía Nacional o la llamada "imprescindible reforma laboral", que no es sino una abolición legal de los derechos conseguidos a lo largo de años de lucha y sufrimiento.
 Es mentira todo eso y mucho más. Y así, en estos términos, debíamos comunicarlo a los cuatro vientos. Sin circunloquios, sin caireles ni adorno; sin corrección política.
 Es mentira y punto. A lo mejor así, nos enteramos todos y todos, de una vez, demostramos lo hartos que estamos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Vivimos en la sociedad de la mentira y de la manipulación informativa; no exiten diarios de izquierdas, salvo en Internet o los de los partidos políticos, nos taponan la información (incluso a través de la redes)censurándola o haciéndola desaparecer. Ahora pretenden eliminar el derecho de reunión y de manifestación, con la disculpa de violencia, cuando la verdadera violencia la ejercen ellos desde el poder, al mantener el sueldo base interprofesional de los bajos de Europa, al aprobar una reforma laboral que nos retrotrae el siglo XIX, al aprobar medias que impone la banca y el gran capital destinadas a endeudarnos para siempre y privatizar el patrimnio del estado, que es nuestro, al congelar o rebajar salarios, mientras ellos mantienes sus privilegios y sus jubilaciones de oro, a hacer un "ajuste"de 10.000 millones extra en Sanidad y Educación al mismo tiempo que les dan 50.000 millones a la banca para tapar los agujeros de las fusiones de cajas mal gestionadas, pero cuyos ex-dirigentes se han retirado con una indemnización millonaria y una jubilación dorada, el aumentar un 30% el presupuesto a la Iglesia, y dejando la partida abierta para posibles aumentos por la partida de Educación, el eliminar la defensa de las mujeres ante el maltrato de género..., y así hasta llenar páginas de actos violentos ejercidos por un gobierno que al engañar a sus votantes, se ha deslegitimado a sí mismo y no representa a nadie.
Un abrazo, y esperemos que el 12 de Mayo sea el inicio del fin de la dictadura del mercado.

SoleteGolfete dijo...

No puedo estar + de acuerdo contigo, Carlos.
¡¡Nos vamos viendo en las calles!!