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jueves, 8 de marzo de 2012

Todos los Días Son 8 de Marzo

Hoy. día internacional de la mujer, permitidme que la firma invitada de hoy sea Carlos Carnicero:

#DIAINTERNACIONALDELAMUJER. Gallardón y el “derecho reproductivo”
El ministro de Justicia ha anunciado una agresión a los derechos de las mujeres, y por extensión a los de toda la ciudadanía, precisamente la víspera del DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER del año en que la reforma laboral profundiza todavía más en la desigualdad existente entre nuestra sociedad. En un universo de cinco millones de parados y Once millones de españoles amenazados por la pobreza y la exclusión social, este falso progresista impostado pretende que va a proteger la maternidad cuando lo que va a hacer es volver a penalizar la interrupción del embarazo. Toda la ciudadanía que sea consciente de los derechos alcanzados, tiene la obligación de salir hoy a la calle para demostrar que los derechos de todas las mujeres son los derechos de todos.


Alberto Ruiz Gallardón piensa “en el miedo a perder el empleo por un embarazo” Y lo relaciona directamente contra el disparate que significa –en su opinión- que cada mujer pueda decidir si quiere o no quiere ser madre. Ese pensamiento de Gallardón le ha llevado a anticipar, según se desprende de lo enunciado en Congreso de los Diputados, que la nueva ley volverá a penalizar el aborto. Un retroceso en el tiempo que parecía inimaginable y que acecha a la mujeres, fundamentalmente, pero también a todos los ciudadanos.


Nos encontramos en plena contrarrevolución conservadora. Está inmersa en un sistema centrífugo de nuestros derechos fundamentales. Primero, recorte general de derechos con la interpretación que hacen de la crisis los poderes conservadores y financieros que deciden en Europa. Y a partir de ahí, la agresión se generaliza en otros órdenes de la vida que no tienen que ver directamenre con la imposición de sacrificios económicos a los menos favorecidos. Pero ni eso. Ahora, además de vivir peor, las mujeres no podrán decidir libremente si quieren o no ser madres. Lo que dice el ministro de Justicia es que va a revertir “la violencia estructural que dificulta que las mujeres sean madres en una violencia estructural y penal que les permita decidir en libertad sobre su propio cuerpo. El cinismo elevada a la enésima potencia.


Si a Gallardón le preocupara de verdad la relación que pueda haber entre un embarazo y la pérdida de empleo lo tiene fácil. Sencillamente una enmienda a la reforma laboral que deje sin efecto esta futura ley frente a cualquier mujer embarazada. Esa preocupación de Gallardón se podría disolver en ese mismo momento. Pero de eso no ha dicho nada.

Las mujeres no tienen necesidad de proteger su derecho reproductivo; sencillamente exigen que ellas decidan cuando lo quieren ejercer, sin protecciones, además paternalistas, que pretenden velar por ellas y que en realidad buscan impedir la interrupción voluntaria y reglada por ley del embarazo.

El PP presentó ante el Tribunal Constitucional un recurso contra la actual ley vigente. Pero va a impedir que el tribunal se pronuncié porque pretende modificar esa ley mediante la promulgación de otra que anule sus criterios esenciales. Trampas en su propio solitario.

Es curioso que los dos pretendidos “progres del Gobierno”, Wert y Gallardón, sean adalides de la contrarrevolución conservadora. ¿Necesitan hacer méritos en el Partido Popular y en su electorado?

Gallardón soltó una joya que no debe pasar desapercibida.

Dijo Gallardón: no solamente no los va a recortar sino que va a aumentar la protección del derecho reproductivo “por excelencia”, que es “la maternidad”. “A mi juicio es insuficiente una legislación que se limita a proteger el no nacido mediante la tipificación penal del aborto y que no preste atención a la situación de la mujer que debe estar protegida”.

La excusa de proteger la maternidad es la pátina supuestamente progresista de un planteamiento reaccionario que ya no existe en la Europa Democrática. Se penalizará de nuevo el aborto para presionar a las mujeres a que no les quede más remedio que ser madres independientemente de su voluntad.

¿Otra vez clínicas clandestinas? ¿Otra vez interrupciones del embarazo sin garantías sanitarias? En definitiva, un recorte de los derechos esenciales de las mujeres españolas. Las que tengan dinero suficiente, podrán viajar a cualquier país europeo para ejercer un derecho que se les va a conculcar en España.

Alberto Ruiz Gallardón es un impostor que pretende “hacer la ley de regulación del embarazo más progresista” y que consiste en un recorte de los derechos fundamentales que ya habían sido alcanzados.

La ofensa aún es mayor, porque esta declaración parlamentaria de intenciones se ha producido en la víspera del Día Internacional de La Mujer.

Cuando todos los estudios socioeconómicos señalan que la desigualdad laboral y social sigue dramáticamente vigente en nuestro sistema económico, lo que el ministro de Justicia ofrece es un apoyo a que las madres tengan que serlo a la fuerza, sin que el Gobierno al que pertenece no haya hecho otra cosa que promulgar una reforma laboral que todavía profundiza más en las desigualdades salariales y laborales de las mujeres españolas.

Alberto Ruiz Gallardón ha cargado más una bomba de relojería que satisfacerá a los sectores más fundamentalistas de la sociedad española pero que va a desatar una hola de indignación en la ciudadanía.

Los electores de Andalucía y Asturias tiene la posibilidad de ejercer una acción de castigo contra este Partido. Y todos quienes creemos en lo derechos fundamentales tenemos la obligación de reaccionar, a partir de hoy en los actos del Día Internacional de La Mujer, para que el camino recorrido en busca de La Igualdad no tenga marcha atrás.

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