La RAE lo define como: Población masiva de ciertas hormigas migratorias, que devoran a su paso todo lo comestible que encuentran.
Yo llamo así a ese grupo de gente “familia” que veranean hermanos, tios, primos, padres, abuelos y hasta el perro, que te encuentras en los hoteles, donde veraneas, gentes mal educadas, que acaparan las zonas de baño, el salón comedor..., haciendo de lo que debería ser tu agradable estancia en un lugar de infierno, puesto que sin quererlo, oyes sus conversaciones a gritos, pisas los papeles con lo que ensucian por donde pasan, recibes las salpicaduras de sus zambullidas sin control que hacen en la piscina…
Me ha sorprendido ver que la RAE contempla una segunda definición a la palabra marabunta: “Conjunto de gente alborotada y tumultuosa”.
Este año, no sé exactamente porqué hemos elegido un lugar “típico” de veraneo en España (permitidme que eluda el nombre de la localidad, a fin de evitar malos rollos), quizás porque pensábamos que el bebé podría estar mejor en un lugar con paseo marítimo grande por donde pasear… donde hubiera una importante oferta hostelera… Y he de decir que nos hemos equivocado de todas todas. La playa era imposible, (tampoco era gran cosa) y el paseo marítimo tenía unos estrechamientos que pasear era imposible, no paseabas, mas bien te dejabas llevar por la multitud…
Menos mal que el hotel si acompañó a nuestras expectativas.
Mi compañera se enfada conmigo, cuando utilizo el término “marabunta” para referirme a personas como la que os he descrito.
O pongo un ejemplo; después de la playa, nos gustaba ir a la piscina del hotel a fin de ducharnos y quitarnos la arena y el salitre y darnos un remojón antes de ir a comer. Este año la novedad era nuestro bebé, por lo que hemos descubierto lo difícil que es el algunas ciudades moverse con carrito (no quiero ni pensar en las gentes que van en sillas de ruedas). Pues bien, un buen día entramos en la piscina y nos sorprende ver que tenemos el paso cortado por “la marabunta” tengo que dirigirme al borde de la piscina con el carrito del peque, porque nadie atendía a mis petición de “por favor, ¿me permite pasar?”… El que estaba tumbado en una hamaca cortando el paso, el que estaba sentado en una silla con los pies extendidos… ni se inmutaban.
Y es que no sé si os pasa, pero llevo un tiempo detectando carencias muy grandes en las normas básicas de urbanidad… Hay una falta de educación total que en un principio apareció en los atascos, en el interior de los vehículos y que parece haberse extrapolado también al exterior del vehículo y esa misma “mala leche” impera en el día a día…
Con este pequeño mal recuerdo que no enturbió mis vacaciones comienza el nuevo curso… y en mi caso con no tan buen pié, pero esa es otra historia.
Me quedo con lo mejor, ver al mi peque disfrutar en el agua, la piscina, la playa...
Fuente: De mi otro blog http://soy-papa.blogspot.com/
2 comentarios:
"Y es que no sé si os pasa, pero llevo un tiempo detectando carencias muy grandes en las normas básicas de urbanidad… Hay una falta de educación total"
Me quedo con esta frase. ¿Tendrá esto algo que ver con que somos españoles? ¿con la sinvergonzonería mediterránea?, ¿con ese ese virus que solo padecemos los Portugueses, Españoles, Italianos y Griegos; y, por seguimiento histórico, también los sudamericanos y los Estadounidenses? Algo de eso debe de ser, eppur yo me quedo con una frase de un socialdemócrata cuyo nombre no recuerdo: "Lo realmente revolucionario en España es el respeto".
Un saludo primo. Kampai!
:)!
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